¿Qué es el mundo? – Exégesis

Algunas frases comunmente pronunciadas en medio de la iglesia son, “no viva en el mundo hermano”, “no sea mundano”, “no ame el mundo”, etc. Sentencias que de alguna u otra manera desembarcan en el rechazo moral de quienes son objeto de ellas.

Y es que ‘el mundo’ se ha entendido como todo eso que no se hace en la iglesia. Desde bailar la música de Pastor López el 24 de diciembre, pasando por la copa de vino, hasta no usar corbata en el culto por parte de los hombres, o falda por las mujeres.

Así, las normas comportamentales están tomando protagonismo en el contexto eclesiástico cristiano, asociándolas con la ‘ santidad’, el ‘buen testimonio’ y el ‘carácter del creyente’. Sin embargo, en esta oportunidad el teólogo chileno Ulises Oyarzún presenta una sencilla exégesis sobre lo que nuestras Biblias tradujeron como ‘mundo’, como nos gusta en el Almendro; en palabras que todos podamos entender. Él escribe:

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Mundo, del griego “kosmos”

Tiene tres acepciones.
1. Kosmos como humanidad. ” de tal manera amó Dios al mundo”. Juan 3.16.
2. Kosmos como creación. “El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él”. Hechos 17:24.
3. kosmos, como sistema de valores que se oponen a Dios.

1 Juan 2: 15-17.
No amen el mundo… Todo lo que hay en el mundo, los deseos (epithumia) de la carne (sarkós), los deseos (epithumia) de los ojos y la arrogancia jactansiosa (alazoneia) no proviene del Padre.

Según el autor, esta triada es propia de vivir en el mundo.

Epithumia (deseo). No es una palabra intrínsecamente mala, en otras partes es usada como un deseo intenso (Lucas 22;15) ” con cuanto deseo (epithumia) quise celebrar con ustedes esta Pascua”.

Sarkós, carne, carnal, no significa tampoco únicamente “deseos sexuales”. Es un término mucho más amplio. En 1 de corintios se usa ” sarkós” y “sarkikós“, carnal y carne, para describir la inmadurez del hombre y mujer que vive peleando y teniendo envidia del otro. (1 Corintios 3:3).
Sarkós , es la dimensión moral de aquel o aquella que vive de espaldas a Dios.

Epithumia de los ojos, es la avaricia, el deseo incontrolable de querer tener más y no compartir.
Jesús hablando de la misericordia y del cuidado de no caer en la avaricia advirtió del “ojo maligno” que puede condenar a toda la persona a vivir en oscuridad. (Mateo 6:23),

El “ojo malo” era un semitismo , aparece en Proverbios 23:6.
“No comas con el hombre avaro”. En el original hebreo dice “no comas con el hombre de ojo maligno”.

Alazoneia, que es traducida como “arrogancia” es una palabra griega antigua que viene del “alazon”, que era el charlatán del mercado que ofrecía productos que prometían mucho y no servían para nada. La palabra luego se usa para describir a aquellas personas que dicen vivir algo que no son, o aquellos que dicen tener lo que no tienen.

Ahora, hacer una exégesis de estos términos es una parte. Para entender más claro, hay que ver el contexto. El capítulo 2 y toda la carta de Juan, advierte sobre el odio asolapado de hermanos de iglesia, que diciendo amar a Dios no amaban al prójimo.

Aparece muchas veces la palabra “dikaoiosunen” (hacer justicia). Término que viene del hebreo “zedaqá” , que es buscar ayudar al otro, hacer justicia al más frágil, salvar al que no puede hacerlo por sus fuerzas, ser justo con los demás.

Aparece también en Juan , en el mismo capítulo 2, la frase, “hermanos, el que dice estar en luz, pero odia a su hermano, está en tinieblas… Y está cegado de sus ojos”.

Así que, tanto el contexto de la carta como las palabras y su uso en otros escritos, amar al mundo, para Juan es ser movido por valores que atentan contra las relaciones de amor que deben haber en la comunidad.

Sería ir más allá de la intención del autor citar estos textos para decir que vivir en el mundo es por ejemplo ” bailar” o “tener sexo con este u otro”. No digo que no sea.

Bailar puede ser una actividad mundana, tener sexo mal entendiendo su propósito puede ser una actividad mundana, incluso orar , predicar o estar en una iglesia puede terminar siendo una actividad mundana, cuando me olvido de los valores fundamentales del Evangelio, que son el amor, la misericordia y la justicia.

Otro ejemplo del término mundo es en la carta de Santiago.
Santiago 4:4 ” gente adúltera, no saben que la amistad del Kosmos, mundo, es enemistad con Dios? el que se haga amigo del mundo se constituye amigo de Dios”.

Pero aquí si que uno se lleva una gran sorpresa, ¿Qué es mundo para Santiago? Leer toda la carta nos da la respuesta.

. donde surgen las guerras y las peleas entre ustedes?
. codician y no obtienen lo que desean…
. viven de envidias por no tener lo que desean.
. a los soberbios Dios resiste.
. no Hablen mal los unos de los otros.
. si juzgas a otros con la Ley, adoptas un rol que no te corresponde, juez … Quién eres tú para ponerte en ese rol?
. pobre de los ricos que atesoran el jornal del pobre. Dios no les perdonarà.
. no se quejen unos de otros, el Señor juzgará.
.hacen mal cuando entra un rico y lo reciben bien, pero al pobre lo sientan al último.
. el que dice guardar toda la Ley y se jacta de ello pero cae en un punto de la Ley, no se debe jactar de nada, pues ya es culpable de toda la Ley .
. cuidado con los chismes o el juicio, pues cuando usamos la lengua para dañar al otro, es el mismo infierno quien enciende nuestra lengua.

En síntesis.
¿Qué es mundo?, ¿Qué es vivir en el mundo?

Saben cual es mi conclusión.
Que no nos enseñaron bien.
Para la mayoría vivir en el mundo es ir a una fiesta o tomar un trago. Que lejos estamos.
No hago apología de esto, pero esas cosas están en la conciencia de cada uno. Porque siendo honesto con el texto bíblico, para estos autores vivir en el mundo es otra cosa.

Si estuviera vivo Santiago o Juan nos diría posiblemente esto: “Si te jactas de no ir a una fiesta , de no haber bebido ninguna copa de alcohol o de no haber probado un cigarro, pero eres envidioso, celosa, chismoso, rencillosa, enjuiciador, avaro, que vives con mucho más de lo que necesitas, si vives mostrando más de los que eres… Te tengo una noticia, aunque nunca hayas pisado un antro nocturno, tú eres Mundo”.

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Así las cosas, puede resultar acertado concluir que el mundo, realmente es el consumismo desmedido, ese que nos hace endeudar más allá de las posibilidades y por consiguiente nos roba la paz; ese que nos hace sentir más que los demás sólo por los bienes que poseemos, ese que no se sacia con nada. Voraz, inmisericorde, egoísta.

No nos confundamos, muchos pretendiendo ser libres, son esclavos de aquellas cosas que les gobiernan, desde las compras compulsivas, hasta el consumo irresponsable de hamburguesas que atentan contra el cuerpo.

Por: Ulises Oyarzún (@ulisesoyarzun)
Editado: David Gaitán (@dabycito)